Ya
hemos vuelto y con muchas ganas. El lunes 28 de septiembre comenzamos las
sesiones del Club Atenea comentando las lecturas de las que más disfrutamos
este verano. ¡¡¡Nos quedan tantas por compartir!!!
Nos
veremos de nuevo el próximo 9 de noviembre
para comentar El abuelo que saltó por la
ventana y se largó, de Jonas Jonasson. Aquí os dejamos un pequeño esbozo
para que os animéis.
A los cien años, aún queda mucho por vivir... El abuelo que saltó por la ventana y se largó representa uno de los
éxitos literarios más insólitos que se recuerdan en Suecia. La novela, la
primera de un autor desconocido y una rara avis dentro de la nueva hornada de
narrativa nórdica, se convirtió en un fenómeno de ventas gracias a las recomendaciones de los lectores. Desde
entonces, se han vendido más de un millón de ejemplares, fue Libro del Año y
Premio de los Libreros en Suecia en 2010.
Momentos antes de que empiece la pomposa
celebración de su centésimo cumpleaños, Alian Karlsson decide que nada de eso
va con él. Vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se encarama a una
ventana y se fuga de la residencia de ancianos en la que vive, dejando
plantados al alcalde y a la prensa local. Sin saber adónde ir, se encamina a la
estación de autobuses. Allí, mientras espera la llegada del primer autobús, un
joven le pide que vigile su maleta, con la mala fortuna de que el autobús llega
antes de que el joven regrese y Alian se sube sin pensarlo dos veces, con la
maleta ajena a rastras. Aún no sabe que el joven es un criminal sin escrúpulos
y que la misteriosa maleta contiene cincuenta millones de coronas. Pero Alian
Karlsson no es un abuelo centenario cualquiera... y en poco tiempo, tras una
alocada aventura, pone todo el país patas arriba. Jonasson urde una historia extremadamente
audaz y compleja, capaz de sorprender constantemente al lector, pero el
verdadero regalo es su personaje protagonista, Alian Karlsson, un hombre de un
maravilloso sentido común, con todo un siglo a sus espaldas, que no teme a la
muerte, ¡ni al crimen! Un anciano centenario que no está dispuesto a renunciar
al placer de estar vivo.